lunes, 18 de mayo de 2009

Contra el optimismo no hay vacunas


En esta excursión a la muerte
que es la vida
me siento bien acompañado,
me siento casi con respuestas
cuando puedo imaginar que allá lejos
quizá creas en mi credo antes de dormirte
o te cruces conmigo en los pasillos del sueño.

Está demás decirte que a estas alturas
no creo en predicadores ni en generales
ni en las nalgas de Miss Universo
ni en el arrepentimiento de los verdugos
ni en el catecismo del confort
ni en el flaco perdón de dios.

A estas alturas del partido
creo en los ojos y las manos del pueblo
en general
y en tus ojos y tus manos
en particular.

"Credo", de Mario Benedetti
de su libro "Poemas de otros" (1974)

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