lunes, 10 de diciembre de 2007

Hay que mover esas lorzas...

Compra… consume… adquiere… mira… regala… en estas fechas tan señaladas… canta... no olvides pedir… felicita... engulle… comparte... abelénpastores abelénchiquitos… recibe... reunión familiar… ríe... bebe… amigos… elige… gasta…

Queridos hermanos, estamos a punto de llegar a esas fechas tan señaladas… por los centros comerciales. Sí, no lo neguemos, todos caemos irremediablemente en la tentación. Admitámoslo de una maldita vez: somos unos blandengues. Si es que no tenemos la suficiente fuerza de voluntad para alejarnos del consumismo voraz e insaciable de estas fechas que se nos vienen encima. Comer, comprar, comer, salir, comer… Y después pasará lo de siempre, que los gimnasios se pondrán las botas a base de disfrutar con todas y cada una de las lorzas adquiridas a golpe de gamba, sidra y mazapán.

Así que tenemos varias opciones:

- Hacer régimen pre-navideño en previsión de lo que vayamos a comer. Así al menos, cuando acabe todo estaremos como al principio.
- Construir un bunker en el que aislarnos de la consumista realidad y que tenga una cerradura con temporizador que sólo se pueda abrir después de Reyes.
- Admitir la realidad y caer dignamente en la tentación. Total, un par de lorzas más no van a estropear más el conjunto.
- No se me ocurre ninguna más (con el par de neuronas atrofiadas que todavía me quedan ¿qué queréis?) así que se admiten sugerencias.

De todas formas yo de vosotros iría aprendiendo de estos páharos de aquí abajo, que parece que se están preparando a conciencia para la que se avecina.



Zeppo

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