Es muy comprensible que, a la hora de realizar un anuncio publicitario, los creativos se peguen de morros con un producto difícil de publicitar. De acuerdo que no es lo mismo inventar un spot de un coche (que da más juego) que de una compresa con alas, pero... ¿a qué huelen las nubes?. En fin, me parece que no hace falta decir nada más.
El caso es que de vez en cuando te encuentras con que hay alguien con un poco de inteligencia, de visión y de ganas de enseñarte algo más entre anuncio y anuncio. Este es uno de esos casos en los que un producto tan aparentemente anodino como una lavadora puede ser publicitado con la suficiente inventiva como para que te guste y se te quede grabado en la retina. Otra cosa ya es que vayas corriendo a comprarte la lavadora, claro está.
Zeppo
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